Llevamos tiempo diciendo que todo es cuestión de actitud…
actitud de la buena.
Nosotros, en breve, conseguiremos una cátedra en
paciencia:
Llegamos un día al trabajo y nos deja colgado internet, el ordenador decide crearse una personalidad propia, el escáner se pone en huelga, el móvil se queda sin batería y el cargador en casa, la impresora decide tomarse su tiempo…
Llegamos un día al trabajo y nos deja colgado internet, el ordenador decide crearse una personalidad propia, el escáner se pone en huelga, el móvil se queda sin batería y el cargador en casa, la impresora decide tomarse su tiempo…
Nos toca sacar nuestro lado más paciente (que no pasivo)
y creativo:
Hemos descubierto que si le gritamos a la impresora se
traba más, así que ahora le hacemos la ola cada vez que imprime una hoja.
Cuando el ordenador decide sacar su propia personalidad,
lo dejamos hacer y mientras organizamos agenda, archivos manuales, pequeñas
tareas pendientes…
Que no funciona internet, pues recurrimos a la
enciclopedia, diccionario, prensa, revistas, anuarios…de excursión a la
biblioteca.
El escáner decide que no mueve ni un rodillo, pues nosotros
sacamos al fotógrafo aficionado que llevamos dentro y a hacer sesión de fotos…
porque la primera saldrá cortada, la segunda oscura, que si la tercera torcida…
Pero donde más hemos cultivado la paciencia, bueno y las
habilidades sociales, ha sido cuando, en alguna ocasión, se queda el móvil sin
batería y ¡no tenemos cargador!
Hemos descubierto que hay todo un mundo fuera de las
redes (grupos de whatsapp, facebook, instagram, pinterest, youtube…) que es más
divertido, tranquilo y que sí o sí nos obliga a desconectar y nosotros
agradecidos por unas horas.