Les ha pasado alguna vez que preparan la ropa para el día siguiente y… ¡sorpresa! Cambio radical en el tiempo.
No pasa nada. En un momento modificas el vestuario, pero a media mañana todo vuelve a cambiar y luego a mediodía y luego por la tarde…
Al final hemos decidido llevar una bolsa de viaje con ropa de invierno, verano y entretiempo, lo que conocemos como primavera y otoño.
Lo bonito que nos explicaron el invierno con su frío y copos de nieve (sin lluvias torrenciales), la primavera llena de flores (sin estornudos y picores de ojos), el verano con su sol y playa (sin calima ni sudores pegajosos) y el otoño con la caída de hojas (sin ventoleras).
Pero se olvidaron que aquí el invierno se puede extender hasta finales de abril y el verano puede llevarnos hasta enero.
Nosotros ya estamos acostumbrados. Hace unos años, el cambio de tiempo, lo notábamos entre el norte y el sur de la isla, pero este último año ya vamos por municipio. ¿Un poco exagerados? Tal vez. Por si acaso nosotros seguimos cargando equipaje.
Con la misma nos plantamos un día en el aeropuerto, pillamos oferta y nos damos un salto a una de las islas hermanas. Sería interesante comprobar el tiempo en otra isla, si allí también llevan maxi bolsos con mudas y de paso recargar pilas.
Es una excusa, aunque no perfecta, porque ya sabemos como es el tiempo en las islas. Pero qué bonitas quedan las ilusiones.